Escrita por el exitosìsimo director cinematogràfico ganador de un Oscar de la Academia de Hollywood, su nuevo espectáculo teatral bucea las relaciones humanas en un contexto divertido, sin perder de vista las emociones cotidianas y todos aquellos elementos que nos alejan o acercan de un objetivo en comùn.
Por Gabriel Imparato
(Capital Federal – Martes 23 de Enero de 2018) “¿Qué hacemos con Walter? Es una reuniòn de consorcio, pero es mucho màs que eso. Un grupo humano deberà buscar un aparentemente imposible consenso y aprender a lidiar con los efectos colaterales de sus decisiones. La pieza es“una unidad de conflicto”que habla de la familia, las parejas, el racismo,el clasismo, la lealtad, la traiciòn, la lucha de clases, la tela dearaña y su nèmesis, la franela. Esta ùltima en sus acepciones literales y metafòricas. No creemos haber logrado el objetivo original de Salvar Al Mundo, pero rièndonos de nosotros, quizas podamos dar el primer paso”, es la clara e inexcusable postulaciòn que plantea a todos los interesados sobre esta particular temàtica el sensible y muy calificado realizador Juan Josè Campanella, mucho màs que el ùltimo ganador de un Oscar para la Argentina con su recordado largometraje“El secreto de sus ojos”.
Esta novedosa comedia dirigida por Juan junto a Emanuel Diez.apenas se estrenò ha provocado la muy llamativa fenomenologìa de agotar localidades para todas las funciones programadas en las pròximas semanas. Todos aguardaban con curiosidad e interès còmo encararìa este talentoso creativo la continuidad de su nexo con la òrbita teatral tras la fantàstica experiencia de“Parque Lezama”, una obra de una excelsa belleza muy bien interpretada por Luis Brandoni y Eduardo Blanco.
“¿Qué hacemos con Walter?”, la nueva obra de teatro de Juan José Campanella, escrita por el mismo Campanella junto a Emanuel Diez y producida por 100 Bares, se presenta de miércoles a domingo en el Multiteatro y no debe sorprender que las colas en la puerta del complejo teatral en la avenida Corrientes sean cada vez màs largas para sacar tickets para este espectáculo que tiene como protagonistas a Miguel Ángel Rodríguez, Campi, Karina K, Victoria Almeida, Fabio Aste, Federico Ottone y Araceli Dvoskin. Buceando en la atrapante temàtica de las relaciones sociales entre los habitantes de un edificio, esta producción se mete de lleno con una cuestión a la que no escapa la sociedad y es aquella mancomuniòn de sentimientos y necesidades que se aglomeran en las reuniones que los propietarios de departamentos o quienes los alquilan sostienen para desarrollar una sana convivencia dentro del marco que establece esta forma de relaciòn grupal. La historia que propone esta pieza parece sencilla, pero lejos està de serlo.
El consorcio de propietarios celebra una asamblea extraordinaria para tomar una importante decisión que cambiará la vida de todos, o por lo menos, la de Walter, el encargado: Echarlo. Eso, si el grupo que impulsa el despido logra vencer la resistencia de los que quieren la cabeza de Jáuregui, el Administrador. Mientras las acusaciones, las peleas, los amores, los rencores, las alianzas y las traiciones se suceden una tras otra, los miembros del consorcio deberán buscar un aparentemente imposible consenso y aprender a lidiar con los efectos colaterales de sus decisiones en esta desopilante comedia sobre la convivencia, el diálogo, los prejuicios y la búsqueda de reconocimiento.
Pero casi al transcurrir un tercio de la obra, los autores de la misma dan una inesperada vuelta de tuerca con el problema principal que los reune, ubicando casi de sorpresa una problemàtica muchìsimo màs grave que despertarà tensiones por doquier en todos los allì reunidos cuando un personaje inesperado aparezca para conocer el destino de Walter, el encargado que ese consorcio ha decidido echar por variados y diferentes motivos. Articulando un relato muy divertido y cargado de aquellos convencionalismos que suelen asomar en las reuniones de consorcio, Juan Josè Campanella propone desde el inicio asomarse a un mundo donde todos vivimos diferentes grados de responsabilidades y còmo las asumimos,dentro de esa obligada convivencia que establece obligatoriamente la circunstancia de vivir bajo una misma edificación. A diferencia de otros desarrollos en la estètica teatral tradicional, la idea del afamado realizador cinematogràfico bucea con el tono que sabe imprimir a sus producciones, un objetivo logrado desde el inicio cuando sus personajes adquieren una carnadura e identificación inmediata con la platea, metiendo el dedo en la llaga con ciertos comportamientos a los cuales nadie es ajeno bajo todas estas circunstancias sociales.
Montada en el escenario principal del complejo Multiteatro, sitio donde anteriormente funcionò la sala del Teatro Blanca Podestà, la historia muestra dos momentos totalmente diferenciados en la narración, provocando risas y làgrimas de acuerdo a còmo hunde el bisturí argumental en esos seres tan dèbiles ante la mirada del otro. En el inicio asoma una graciosa y divertida gama de anotaciones que suelen aparecer en los ascensores o pasillos de un edificio, clip que expone la realidad de esas forzadas convivencias donde el tapòn de contenciòn emocional siempre suele saltar con una virulencia inesperada. Tras un gran bloque interpretativo, lo que serìa un acotado intervalo, està reemplazado por un video con reconocidas figuras del espectáculo que se interrelacionan entre sì al exponer variadas conductas relacionadas con estos encuentros de consorcio, pausa escènica para acomodar elementos de la escenografìa en busca de un segundo tramo narrativo donde las sorpresas se iràn sumando una a una con gran originalidad y emoción. Asumiendo un liderazgo casi invisible en esa gama de actuaciones, el trabajo de Miguel Ángel Rodríguez luce eficaz y cuidado segundo a segundo, sin olvidar un graciosìsimo tramo irònico donde el fantàstico Campi hace de las suyas con sus terminologías y gestos sin medias tintas. En esa paleta de acertadas actuaciones Karina K, Victoria Almeida, Fabio Aste, Federico Ottone y Araceli Dvoskin se encargan de aportar desde sus roles un ajustado y preciso mecanismo actoral en donde esa temàtica enfocada gana en eclèpticas miradas, provocando un humor nacido de lo inesperado por ese tono asumido desde el principio. La pieza se erige actualmente entre las màs convocantes del arranque 2018, una obra que con el paso de las funciones todavía ajustarà màs aùn los tiempos y detalles de un planteo creado por Campanella con toda su jerarquía e inocultable talento.
“¿Què hacemos con Walter?”(funciones de miércoles a domingo en el Multiteatro) con dirección de Juan José Campanella, libro de Juan José Campanella y Emanuel Diez, diseño de escenografía y vestuario a cargo de Cecilia Monti, diseño de iluminación bajo la responsabilidad de Eli Sirlin. // Producción General: Muriel Cabeza // Producción: 100 Bares Producciones // Prensa y comunicación: Tommy Pashkus Agencia.
