El talentoso artista presentó en la Capital Federal “El Lado C de Diego Capusotto”, una presentación donde el intérprete recorre su pasado con humor, un evento que desarrollará este verano con el respaldo de «Sequeira Producciones» en toda la costa atlántica
El Lado C de Capusotto, un éxito federal. El show viene convocando muchísimo público en todas las funciones realizadas en las principales ciudades del país
(Capital Federal – Domingo 27 de Noviembre de 2022) La necesidad del público de estar en contacto constante con el notable humor, la enorme picardía verbal y los inigualables gags visuales del anfitrión, luce absolutamente ajena a los actuales tiempos mundialistas, la corrosiva crisis económica y “todos los males del este mundo”, como decía Luis Alberto Spinetta en uno de sus discos más recordados con Jade. Tres horas después de finalizado el duelo futbolístico entre Argentina y México por el Grupo C de Qatar 2022, cuadras y cuadras de cola con gente esperando ingresar al Teatro Gran Rivadavia dan la nota allí en la mítica avenida Rivadavia al 8600. Moviendo un público que responde inmediatamente a las realizaciones del intérprete, la famosa y renovada estructura teatral que modernizó Aquiles Sojo (Ake Music) antes de la pandemia, luce sin butacas vacías y con mucha gente en la vereda del lugar que pugna incansable por algún ticket disponible, sin resultado alguno ante este fenómeno.
Con las luces apagadas, la pantalla emite un pequeño video de cuatro minutos, extractado de uno de los tantos clips que disparó el enorme boom televisivo de “Peter Capusotto y sus videos”, antes que un joven presentador ingrese al escenario con la nueva camiseta de la selección argentina para anunciar el comienzo de la charla abierta entre el inteligente actor y la comunicadora Nancy Giampaolo. Con su ojo analítico activado ante cualquier elemento que lo sobrevuele o rodee, el humorista enciende las plataformas misilísticas de un corrosivo humor que no esquiva ninguna temática, señalando la suerte del resultado alcanzado ante los texanos en el partido vespertino, pero agregando con su tono barrial la frase “lástima que ganaron los soviéticos y Corea del Norte, todos esos vietnamitas hijos de puta”. Este primer comentario muy bizarro hace explotar de risa a la sala, que viene a buscar aquél humor que ahora la televisión abierta decidió dejar de lado, para abrumar a las audiencias sin titubeos con nuevos realitys de encierro, mediocres cantantes que no paran de gritar y cientos de panelistas olvidables opinando de cualquier cosa.
Diego Capusotto y su entrevistadora Nancy Giampaolo en escena. Durante dos horas, la diversión está totalmente asegurada con la dupla en esa charla abierta.
La moderadora de este diálogo supuestamente abierto, arranca la charla recordándole al cautivante actor que el sitio físico donde finalmente se presenta, tiene gratos recuerdos en su pasado. Diego, que a esta altura del show no deja pasar una, cuenta que el Cine Gran Rivadavia era en su momento el sitio para ver grandes largometrajes del séptimo arte, pero cita muy erosivo la película futurista “Rollerball” con James Caan, un muy famoso largometraje que precisamente no encastra con la alta alcurnia del mundo audiovisual, disparando carcajadas en el fondo de una sala que observa muy concentrada cada apreciación del anfitrión. Rememorando su nacimiento en la Clínica Modelo de Morón, pero generando una disputa geográfica con Ciudadela, el intérprete recuerda que en esos tiempos se podía jugar al fútbol en la calle y pasarla bien. “Cuando venían los autos, se frenaba el partido, alguna vez nos pasó que un colectivo se llevó puesto un arquero y no lo encontrábamos, teníamos que ir a avisarle a la familia que un bondi se lo había llevado del lugar”, dice bastante pícaro y la audiencia recuerda con ese concepto cuando las calles todavía eran transitables, sin la ingrata inseguridad de la actualidad.
En ese diálogo con la comunicadora, Capusotto señala que aprendió a tocar la batería de joven con «Droopy» Gianello, integrando un conjunto llamado “Pies Ligeros”, charla que derivará en otra observación del humorista cuando un espectador inesperadamente decide levantarse de su butaca camino a los baños. “Es el espectador asesino, dejó una bomba en la parte baja de la butaca y ahora volamos todos”, comenta insinuando que muchos por estos tiempos quieren morir como John F.Kennedy asesinados en un lugar público. Diego habla de su pasado y recuerda que animaba fiestas, casamientos y otros eventos, época en la que decidió estudiar actuación, pero el único turno para eso eran los sábados a las dos de la tarde. Lentamente en esa charla que asoma matizada por mini-recuerdos, gastadas a la estructura social de aquél momento y alusiones a personajes que pueden ser reales o nó, el artista construye de manera no tradicional lo que podría ser un capítulo del ciclo “In the Actor’s Studios”, pero sin un delicado y sutil moderador como el recordado James Lipton, detalle que no afecta el objetivo del espectáculo.
Un artista con fenomenal e inigualable repentización. En vivo, Diego Capusotto muestra sus grandes dotos de standapero a través de una singular entrevista.
En su historial televisivo, tras el pedido de Giampaolo de contar la génesis de su ingreso a la pantalla chica, el humorista hunde sus recuerdos en su sociedad con Alfredo Casero en un relato minucioso donde aparece Roberto Cenderelli, aquél productor de tv que hilvanó esa nave madre llamada “De la cabeza”, para luego brindar datos sobre “Cha Cha Cha” y esas innovadoras temporadas en lo que era Canal 2 antes de convertirse en América TV, permitiéndose ante su interlocutora detallar como fue su corta relación con la legendaria animadora Mirtha Legrand. El humorista rememora que fue tres veces a los almuerzos, todos junto a su colega Fabio Alberti, apariciones que según el intérprete desacomodaban las respuestas que esperaba la anfitriona al charlar con ellos. “Desde el 2001 no me invitó más”, señala Capusotto, insinuando que esta clase de invitados no rendían en pantalla para la diva todo lo esperado, con sus muy coloquiales charlas en aquellas reuniones gastronómicas televisadas en vivo.
El momento de “Todo por dos pesos” y la alianza de ambos actores en un ciclo que tenía como productor al mismísimo Marcelo Tinelli con su firma “Ideas del Sur”, le permite al actor decir que “nos manejábamos con gran respaldo y tranquilidad, Marcelo tenía sus formatos en un canal y también hacía otras cosas en los demás canales, trabajamos muy bien en aquél momento”. Lo que no encaja muy bien en el recuerdo de aquél ciclo, pero igualmente es detonador de incontables risas, es la proyección del “ranking musical”, justo el sitio donde no aparece el humorista. Allí en ese momento donde el mítico tema “Penélope” del astro catalán Joan Manuel Serrat se convierte bizarramente en “Poné a Lopez”, aparece uno de los tantos hallazgos de aquel formato provocando infinitas carcajadas en la audiencia. Evocando la labor del actor Alfonso Grispino, fallecido en diciembre de 2021, quien encarnaba a Flavio Pedemonti en el programa de la TV Pública, los espectadores no evitan aplaudir al añejo actor que acompañaba a la mítica dupla en ese icónico ciclo los lunes a la noche. En relación a aquella gracia y picardía generada en la pantalla chica, Diego no se anda con vueltas y sostiene que “el espíritu de la tv no se logra en el teatro”, mientras los espectadores asientes con sus cabezas muy convencidos.
Un show federal que se muda a la costa durante el verano. Representado en muchas provincias, ahora llegará a las localidades atlánticas.
La enorme pantalla en la parte posterior del escenario dispara otro flashback de ese ciclo, segundos donde puede verse mediante una truca de sonido al mismísimo Carlos Gardel cantando temas del grupo Queen, uno de los gags más logrados de aquél formato que emitía la televisiòn estatal. En el último tramo de esta charla abierta, Diego Capusotto sin brindar demasiadas precisiones, cuenta que está en el rodaje de una nueva película con Néstor Montalbano donde interpreta mútiples papeles, pero también se hace un ameno espacio para contar aquellos dos automóviles que ganó embocando corchitos en un vaso en el programa “Sábado Bus” Para el final de su amena charla abierta con su moderadora, asoma el espacio abocado al histórico ciclo “Peter Capustotto y sus videos”, momento donde el artista elige dos personajes del programa para describir el espíritu del programa que supero las quince temporadas en pantalla con gran repercusión. Ellos son “Micky Vainilla” y “Violencia Ribas”, de los cuales pueden apreciarse algunos desopilantes momentos en el cuarzo de imágenes ubicado justo detrás de los disertadores.
Esta charla pública concluye con unos pocos minutos dedicados al libro “Lo que teme la noche”, publicación de poemas que actor concretó a finales del 2021, respaldado por un contexto de imágenes del fotógrafo Daniel Berbedes, en los cuales puede apreciarse otro perfil creativo del talentoso intérprete. Con 120 minutos de humor standapero, momentos inigualables y esas frases destinadas a la eternidad que dispara sin control alguno, Diego Capusotto se levanta de su sillón, como quien intuye que ha llegado el momento de cerrar algo para no convertirlo en un plomazo, y así deja abierta la gran chance de un nuevo encuentro a fin de seguir develando ese famoso “Lado C”. Dejando en claro su talento y gracia ante la gama de temáticas que suele abordar, haciéndose eco de los pedidos del público ante su regreso al contexto teatral , el genial humorista confirmó en las últimas horas a este medio, que esta especial presentación respaldada por la fuerte estructura de “Sequeira Producciones”, desarrollará hasta fines de marzo una muy prolongada agenda de fechas en la costa atlántica, secuencia de noches para sumergirse en recuerdos que permanecen totalmente inalterables, a la hora de brindar semblanza de un artista pleno muy apasionado con todo lo que hace.