En la actualidad dos integrantes del conjunto estable permanecen en el famoso grupo que tiene los derechos del nombre y estructura, mientras una formación paralela reune a tres de aquellos legendarios integrantes que decidieron continuar con otro perfil de actividad y presentaciones.
Por Gabriel Imparato
(Capital Federal – Lunes 31 de Agosto de 2020) Si ocurriò durante el viejo milenio, con la llegada del nuevo siglo las cosas se fueron agravando irremediablemente hasta un nivel bastante incòmodo. En la actualidad es muy complicado ser fan del grupo“Yes”: si antes uno debìa sufrir con las mutaciones que experimentò la formación original, la divisiòn que tuvo a fines de los años ‘80s con dos grupos en paralelo y un tercero en plan bizarro, la situación de la banda de rock sinfònico màs importante de todos los tiempos se tornò a simple análisis un laberinto de nombres y situaciones, fruto de la complicada convivencia que mancomuna a todos sus involucrados.
A 53 años de su formación, un enorme perìodo de tiempo que remarca a nivel mundial la indiscutible vigencia e interès que ostentan los àlbumes de su discografìa y apariciones en vivo, los integrantes de la banda“Yes”circulan en estos tiempos de pandemia con diferentes òpticas sobre como encarar este momento de sus carreras, èpocas donde los egos, posturas espirituales y signos de desgaste emocional no se ocultan en ningún momento, dando a entender hoy que los sueños de los seguidores sobre una mancomuniòn de la totalidad de sus mùsicos serà una eterna utopía. Después de la muerte de Chris Squire, líder de la formación hasta 2015 y tambièn dueño de todos los derechos comerciales del conjunto, las cosas cambiaron sustancialmente y aunque parezca que la llegada de Billy Sherwood apagò las tensiones, el actual staff de ejecutantes de la banda“Yes”transita las ùltimas temporadas con una tensa y elèctrica calma.
Sin ser miembro fundador pero con muchìsimos años de eficaz trabajo en el conjunto, los designios del destino encontraron al guitarrista Steve Howe como la persona que debiò en el peor momento del conjunto tras la muerte de Squire calzarse el overol de líder y decidir sin demasiados respiros, los destinos de un grupo que transita este nuevo milenio con una focalizada òptica que le permite mantener su continuidad comercial y un fuerte volumen de actividad sobre los escenarios. La publicación del reciente àlbum en vivo titulado“The Royal Affair”, grabado en el Hard Rock Hotel de Las Vegas(sì, Las Vegas!!!), ratifica esa señal de continuidad donde la formación mantiene su curso industrial, aùn a riesgo de dar pasos sensibles de discusión cuando en este flamante disco de concierto incluye versiones de“Amèrica”o el inesperado homenaje a John Lennon con“Imagine”.
El grupo se hallaba a punto de encarar las fechas de la gira“Album Series Tour 2020”, cuando la pandemia se impuso como inesperada pausa para los recitales en los que interpretarìan completo aquèl recordado proyecto de estudio titulado“Relayer”. Lo puntual es que como todos aquellos artistas con giras mundiales ubicadas en diversas partes del mundo, los mùsicos de“Yes” debieron recluirse en sus hogares tras las directivas de confinamiento sanitario, esperando que el plazo para regresar a las actividades previstas se demorase lo menos posible. Ahora el mundo ha iniciado el lento proceso de vacunación masiva que demandarà al menos casi 18 meses para lograr la famosa“inmunidad de rebaño”, especial circunstancia donde todos los eventos masivos todavía quedaràn postergados por obvias cuestiones de seguridad, un punto nada felìz para los artistas que sueñan ansiosos volver a subirse a un gran escenario.
En esta etapa del calendario, mientras se han dado a conocer a nivel mundial los nuevos proyectos solistas del guitarrista Steve Howe (“Love Is”), el tecladista Rick Wakeman (“The Red Planet”)y el vocalista Jon Anderson(“1000 Hands”),este ùltimo sostuvo en una entrevista promocional de su nueva producción, su deseo para que todos los mùsicos que han participado en“Yes”declinen sus compromisos actuales para encarar una nueva gira tocando todos juntos en una tournée mundial para todos los seguidores del planeta. Las recientes declaraciones del cantante tuvieron una disímil acogida entre sus compañeros: por un lado Trevor Rabin y Rick Wakeman, que acompañan al vocalista en sus recitales evocando las canciones de esta banda con otra denominación comercial, respaldaron este anhelo del mùsico sabiendo que màs allà de los egoísmos personales, la fantàstica banda se merece una fabulosa“gira mundial de reconciliación”,la cual no solo serà celebrada con demencial entusiasmo por los fans del grupo, sino que tambièn aportarà a los bolsillos de la totalidad de los ejecutantes un caudal econòmico indiscutido en crìticos tiempos.
Desde la particular vereda del“oficialismo”que le confiere liderar al conjunto que ostenta todos los derechos comerciales con la nomenclatura artìstica industrial, el gran guitarrista Steve Howe hizo saber a los interesados que cuando la pandemia sea pasado, el grupo que tiene bajo su batuta operativa retomarà la gira pendiente de“Relayer”, descartando de cuajo que una potencial reuniòn de todos los mùsicos del grupo pueda verdaderamente ocurrir tras la actual paralización de actividades en los escenarios del mundo. Obviamente, como era de esperar, las expresiones del violero cayeron como un mazazo contundente en la ilusiòn de millones de fanàticos que sueñan con la vuelta del proyecto“Uniòn”, aquella recordada tournée por el mundo con todos los integrantes presentando aquèl proyecto homònimo de estudio que reunìa materiales de dos formaciones paralelas del conjunto.
Las mutaciones que sembraron la inocultable crisis a fines de los años ‘70s
Antes que la pandemia y los consecuentes confinamientos alteraran la vieja normalidad, el staff actual de“Yes”se encontraba ensayando el espectáculo que serìa plasmado en vivo bajo la divertida modalidad de“Album Series”,en este caso focalizado en la interpretación completa del disco“Relayer”(1974), trabajo en el cual ya se habìa producido la partida del pianista Rick Wakeman tras algunas diferencias con sus compañeros, siendo su puesto en la banda ocupado por el tecladista suizo Patrick Moraz. El rubio intèrprete de las teclas se habìa alejado momentáneamente de la formación para abocarse en profundidad a su muy exitosa carrera como solista, tiempos donde la banda publicò un àlbum que guarda buenos recuerdos para algunos fans del conjunto,ante el grave desconsuelo general provocado por la partida del mejor tecladista del mundo de todos los tiempos.
Después del disco “Tales From Topographic Oceans”(1973), los primeros resquemores entre los miembros del gran grupo del rock sinfònico se hicieron presentes y en ese sentido“Relayer”es un disco fruto de la crisis que vivìa la banda por aquellos tiempos. La respuesta que recibiò este àlbum no fue la esperada y las distendidas charlas que ocasionalmente mantenìan Chris Squire y Rick Wakeman, muy lentamente cimentaron el camino para que el fantàstico tecladista regresara victorioso a la formación ante el delirio mundial por la novedad.
Esto se reflejò con la producción“Going for the one”,un ambicioso proyecto que mostraba la maduraciòn de sus integrantes en el año 1977. La buena relaciòn entre los integrantes del grupo dieron fruto meses màs tarde con la composición del siguiente disco,sin dudas el mejor àlbum en la carrera completa del grupo, valioso material que originalmente iba a llevar el tìtulo de “Yes Tor”, aludiendo a una desèrtica ubicación en un sitio imaginario en suelo americano por aquellas èpocas.
La magia de un Alan White enroscado hasta lo inimaginable con sus tambores y platos, la audaz forma de frasear de Chris Squire con su bajo y la pegadiza e inconfundible voz del cantante Jon Anderson en esta situación tenìan un respaldo superlativo de los intèrpretes Steve Howe y Rick Wakeman. Mientras el guitarrista habìa sumado sutilezas impensadas para aquellos tiempos, las cuales surgieron fruto del crecimiento del violero, lo mejor del disco estuvo en manos del rubio pianista, quien aparte de aportar grandes sonidos ubicò a cada instantes partituras inolvidables para aquèl àlbum que cambiò de nombre pocos dìas antes de su publicación.
Las imàgenes elegidas en aquèl momento para ilustrar la portada del disco eran sencillamente muy feas, algo que desatò el gran fastidio de Rick Wakeman, quien al observar la foto que habìa sido seleccionada para la tapa no tuvo mejor idea que tirarle un tomate, el cual se estampò de manera contundente en la imagen. Los mùsicos que siguieron con atención la reacción del pianista, primero quedaron atònitos con aquèl gesto cargado de bronca, pero después advirtieron que la imagen del hombre buscando en ese prado agua con una suave vara de madera quedaba sensacional con el tomatazo arriba, hecho que modificò absolutamente todo, provocando sin esperarlo el nuevo nombre para el disco, grabaciòn que apareciò en las bateas con el nombre de“Tormato”. El màs genial àlbum de la banda a pesar de las crìticas no demasiado positivas se terminò convirtiendo en un boom de ventas, sin olvidar que la gira mundial fue un descomunal èxito en todos los paìses por donde los mùsicos oficializaron esta exquisita producción.
Los primeros conflictos provocaron un verdadero “Drama”
Sin dudas por aquellos tiempos las personalidades de los cinco integrantes de“Yes”eran muy pero muy fuertes e intentar mediar entre Howe, Anderson, White, Squire y el muy irritable Wakeman era poner los dedos en el enchufe sabiendo que la patada arrojarìa al involucrado muy lejos y bastante dolorido. Las tensiones se mantuvieron durante toda la gira de“Tormato”y solo el apoyo del pùblico a los artistas durante los shows suavizaba de manera constante un volcàn que finalmente estallò cuando la tournée del mejor trabajo de la formación llegò a su fin. Anderson y Wakeman decidieron dejar la banda para buscar en sus proyectos solistas un poco de tranquilidad mientras Howe incursionò con nuevas figuras en el proyecto llamado“Asia”, època en la que Squire habìa entablado una intensa amistad con Trevor Horn del grupo“The Bubbles”.
Fruto de ese caldo de cultivo, todo se encaminò a una reformulación del conjunto con Geoff Downes en lugar de Wakeman, en tanto que ante la reticencia de Jon Anderson a volver, los demàs integrantes del grupo se encargaron de convencer a Trevor Horn para que asumiera la voz principal. Trayendo a la sesiòn de grabaciòn canciones que tenìa sin publicar con su grupo, el power trio de“Yes”y la dupla de“The Bubbles”encararon un àlbum con dràsticos cambios donde cierta fuerza de la electrònica se enroscaba con la habitual fuerza elèctrica del conjunto. Fruto de esas jornadas de registro, finalmente aparece el nuevo àlbum del grupo, denominado“Drama”, un tìtulo no menor para los conflictivos tiempos que se vivìan dentro del famoso conjunto de rock sinfònico.
Después de un tiempo donde los shows de ese disco no convencieron a los asistentes a la gira de ese àlbum y desgastado por las crìticas, Trevor Horn decidiò dejar la banda para ir derecho a sus compromisos con“The Bubbles”, mientras el caos se apoderaba de“Yes”al tener que cancelar algunos conciertos pendientes. Las internas en la banda cobraban gran dimensiòn y fue cuando Squire volviò a reunirse en secreto con el cantante Jon Anderson para plantearle el regreso al grupo y la creación de un nuevo disco. Steve Howe decidiò a esa altura de las circunstancias mantenerse con ASIA y sus tareas solistas, por lo cual los restantes integrantes de“Yes”salieron a completar los puestos faltantes.
Para los teclados, Squire se comunicò con Tony Kaye, ex integrante que aceptò la vuelta a esa banda dando a entender que no se habìa ido en malos tèrminos, lo cual dejò puntualmente pendiente el lugar vacante dejado por Howe. En aquellos tiempos Squire y White habìan recibido una gran serie de referencias sobre el violero sudafricano Trevor Rabin, a quien decidieron en medio de ese conflicto convocar para audicionarlo, lo que finalizo con el ingreso del muy joven ejecutante tras unos ensayos con resultados muy productivos.
La gènesis del àlbum “90125”(nùmero de catàlogo del lanzamiento en Atlantic Records)estaba configurada y el resultado fue fantàstico. Los años pasaron, la formación siguió trabajando y después de un par de discos los conflictos volvieron a resurgir, cuando Rabin decidiò retomar parte de su costado solista. Paralelamente a eso, se produjo la aparición de un formato con Anderson, Wakeman, Brudford y Howe que publicò un par de discos, poniendo en marcha otra fase inèdita en“Yes”en la que aparecìa una banda alternativa a la original. Los problemas por los derechos comerciales de utilización del nombre no tardaron en aparecer, pero lo peor era que Anderson lejos de ubicarse en una de las dos formaciones de manera fija, no tuvo mejor idea que participar en ambas, provocando un agigantamiento de la situación, algo que terminò de la manera menos esperada.
La“Uniòn”hace la fuerza y tambièn da vida al colectivo afirmativo musical
Los problemas de operatividad artìstica crecìan a velocidad incandescente mientras dos formaciones de“Yes”daban señales al mismo tiempo con la esperada vuelta del guitarrista Trevor Rabin al staff liderado por Squire y White. En la compañìa discogràfica tomaron nota del problema y comenzaron las negociaciones por lo màs apropiado ante semejante problema. Después de un tiempo esperando definiciones, los directivos del sello hablaron con Squire por un lado y con Anderson por otro para congeniar posiciones, ubicando a un productor musical como intermediador entre ambas formaciones, siendo Jonathan Elias la persona encargada de congeniar los materiales de ambos conjuntos,alineando las estèticas para que el àlbum pareciese fruto de un supergrupo real y no de dos bandas trabajando a enorme distancia geogràfica.
El disco resultò un concepto aceptable, pero nò a la altura de las expectativas musicales que los fans tenìan ante una situación asì, aunque en el fondo todos sabìan que lo màs importante estaba por venir, es decir una gira con todos estos musicos en vivo juntos, provocando una situación especial para los seguidores. Mientras la gira se desarrollaba, nuevamente los egos individuales pudieron màs que la paz grupal y hubo situaciones que muchos no advirtieron, gama de sentimientos que tornaron difícil la convivencia no solo sobre el escenario sino detràs en los camarines.
Lo cierto es que la gira mundial un dìa se terminò, y entonces el“Yes”comandado por Chris Squire deambulò con diferentes resultados artìsticos hasta que las presiones por cambios en el conjunto se formalizaron oficialmente. Volvieron Jon Anderson y Rick Wakeman a la banda oficial y durante el perìodo 1996-2004 el conjunto grupo retomò su esencia estilìstica, aunque a mitad de ese camino los problemas no tardaron en aparecer. Después de los discos“Keys to ascension 1 y 2”el tecladista Rick Wakeman volviò a irse por sus obligaciones solistas y la banda tuvo que comenzar un deambular peligroso con otros intèrpretes, mientras los seguidores del grupo empezaron a notar que los problemas de salud de Jon Anderson se hacìan màs frecuentes. La vuelta de Wakeman en el 2002 para la segunda parte de la gira mundial del disco“Magnification”llevò un poco de paz a la formación, pero después de la breve estadìa del tecladista, las cosas se complicaron con los reemplazos de este puesto tan significativo en la formación.
Cambios, problemas y una partida fìsica que impactò de lleno
Billy Sherwood, Igor Koroschef y otros intèrpretes se fueron sumando a este“Yes”que de a ratos apareciò como sexteto en vivo, hasta que en el año 2008 Jon Anderson debiò ser internado y eso sirviò como justificativo legal para que sus demàs compañeros iniciaran un muy curioso casting buscàndole reemplazante. Bennoit David, integrante de una banda tributo a“Yes”fue el elegido para reemplazarlo, un cantante que durò menos que un pedo en una canasta, tras algunos conflictos con sus compañeros.
En paralelo y tras recuperarse de un grave problema pulmonar, Jon Anderson iniciò acciones legales contra la banda que comandaba Squire al sentirse“despedido”del grupo. Mientras“Yes”comenzaba una gira en muchos lugares del mundo con Chris Squire, Steve Howe, Alan White, Oliver Wakeman (luego reemplazado pro Geoff Downes)y el nuevo cantante Jon Davison, asomaron varias novedades no menores. Enojado por lo que habìan hecho con Anderson, Rick Wakeman le confesò en Argentina a este medio que no volverìa a“Yes”, porque el “verdadero Yes es con Jon Anderson”, tal sus conceptos en una entrevista durante el 2012. Los tiempos de actividad en“Yes”tambièn sufrieron alteraciones con la aparición de la enfermedad que en pocos meses terminò provocando la muerte de Chris Squire, fundador y líder del grupo en sus comienzos. Desde mediados de 2015,el puesto oficial de bajista fue cubierto por Billy Sherwood y la banda desde lo artìstico comenzò a tocar en sus recitales un cuidado repaso de ciertas obras que nunca habìan sido interpretadas de manera completa, jugada que dio nacimiento al formato live de“Album Series”.
Por su lado, Trevor Rabin, Jon Anderson y Rick Wakeman acompañados en vivo por dos sesionistas de calidad, empezaron una gira en vivo tocando material de“Yes”, pero sin poder utilizar el nombre de la banda. Las aguas en el 2017 parecieron calmarse cuando los directores del“Rock And Roll Hall Of Fame”decidieron darle la bienvenida a“Yes”en ese olimpo de consideraciones institucionales, ceremonia donde tocaron dos canciones en vivo con la formación tradicional, velada donde Steve Howe tocò el bajo en “Owner of a lonely heart”, en tanto que el virtuoso Geddy Lee(Rush)se ocupò de ese instrumento en “Roundabout”.
La fiesta cobrò tensiòn con los discursos de agradecimiento, cuando Rick Wakeman no pudo con su genio frente al micrófono haciendo del evento una performance de stand up muy descontrolado, lo que puso histèrico a Steve Howe. En la publicación del libro autobiogràfico“All my yesterdays”, el guitarrista dio cuenta de esa situación, algo que dio a entender que la quìmica con ese mùsico y sus socios no tendrìa ninguna clase de futuro en nuevas decisiones artìsticas.
Este año,mientras la pandemia alterò todo lo que se habìa programado para el 2020, Jon Anderson con la aparición de su nuevo trabajo “1000 Hands”insinuò que harìa todo lo posible para que“Yes”en algún momento volviese a dar eco al sueño de sus seguidores de reunir a todos los mùsicos que tocaron allì para armar un disco y una gira respectiva. En recientes declaraciones a varios medios, por la salida de su disco“Love Is”, Steve Howe dio por tierra con esas especulaciones y señalò que hasta nuevo aviso nada de eso ocurrirà, reiterando la agenda del“Yes”oficial, una vez que todos los problemas sanitarios desaparezcan. Habrà que ver cuando las aguas se calmen, si todo se cumple bajo esa forma o si la situación amerita que un nuevo super grupo con todos los integrantes vuelve a cobrar vida, una telenovela musical muy compleja y bizarra que cada año suma nuevos capìtulos para deleite y sufrimientos de sus històricos seguidores.
