Samanta Casais ganò en la grabaciòn realizada el año pasado, pero fue descalificada en el episodio final de la competencia televisiva, bochorno televisivo todavía mayor pues el nuevo vencedor Damián Pier Basile tambièn tiene varias apariciones en ciclos televisivos en Rosario.
Por David Dakota
(Capital Federal – Lunes 06 de Julio de 2020) Es el mayor bochorno televisivo del año y no hay formas de ocultar, disimular o disminuir el tamaño de un gigantesco escàndalo en la devaluada pantalla de Telefè, un canal que desde principios de 2003 curiosamente perdiò su contexto ètico-moral, herido por la llegada de situaciones socio-polìticas que en un lento proceso, devaluaron el inconmensurable prestigio que la emisora poseìa incluso en medio del caòtico tiempo que la sociedad viviò tras el colapso de 2001. La televisión argentina tal como la conocíamos, ahora està en terapia intensiva, devastada por la brutal llegada de plataformas y otros sistemas de streamings que lejos de desembarcar buscando un equilibrio de opciones, vinieron por asalto para destruir todo lo que se les pusiera en el camino.
Aquellos 54 puntos de rating de Jorge Rial proclamando a Marianela Mirra como ganadora del“Gran Hermano 2007”, asoman hoy demoledoramente imposibles de repetir salvo que muera alguna figura pùblica capaz de provocar una reacción popular de enorme impacto mediàtico. La televisión pucherea patètica entre sobras y restos calcinados de una pantalla,que por presiones comerciales y polìticas olvidò los elementos y conceptos que la convirtieron en la vedette a fines del viejo milenio y principios del actual.
Llegò agresiva e impiadosa,la costumbre de una sociedad que vuelca su vida en una absurda pantalla que con apenas 14 centìmetros por 8 de ancho parece ser el centro de la existencia de millones de seres que han suicidado su futuro,esclavos de un sistema donde el rechazo a las nuevas estructuras digitales que promueven el egoísmo individualista puede costar el destierro en la consideración de nuevas generaciones. Las mismas ahora viven totalmente drogadas en una patètica pantalla que les ofrece por un abono, la màs econòmica manera de drogarse drenando las pocas neuronas existentes. Gente sin un futuro real, muy desesperadas o tal vez deseosas de simular ante los demàs,una existencia a tono con lo que ciertos protocoles comerciales definen como activa presencia social.
La actual sociedad asiste hoy azorada por un sistema donde los paladines del crimen y la corrupción son considerados los fantàsticos hèroes del nuevo mundo, de otra manera no se comprende como una figura pùblica tan macabra como Pablo Escobar es recordado en la televisión como una estrella social vìctima de sus pecados, promocionado por series y otros programas de la caja boba que lo recuerdan casi gloriosamente. La pantalla chica no està ajena a la decadencia de una sociedad destrozada por la devaluación de los polìticos y los mayores espectáculos horripilantes que el crimen desata cada dìa, quienes siempre en este nuevo milenio tienen una oportuna y preocupante justificación ètica para seguir casi sin excusas su siniestro accionar destrozando vidas en su avasallador paso.
La televisión no es ajena a la decadencia social y hasta un simple concurso de pasteleros en la pantalla, puede terminar desnudando un arbitrario presente donde sin dudas todo vale, no importa los mètodos o formas para conseguirlo. Ayer en la segunda temporada del reality “Bake Off:el mejor pastelero amateur”, las miserias de una antigua plataforma de comunicación quedaron al desnudo, denotando que se tributa total validez a aquellas trampas y ardides disponibles, con tal de conseguir el objetivo de imponerse a la emisora rival en las magras mediciones de rating que hoy consigue la tevè abierta en medio de millones de celulares con sus portadores absolutamente muertos en vida.
La misma evolución tecnològica, las plataformas y otras novedosas estructuras de un Internet que ha demostrado colapsar a niveles sencillamente patèticos, cuando decenas de millones de usuarios lo usan dentro del confinamiento sanitario, dieron la luz de alerta cuando la potencial ganadora de un concurso televisivo habìa falseado sus datos a la horas de inscribirse en un casting para competir en una contienda de pasteles y otras delicias gastronòmicas de dulce sabor.
A la final de la segunda temporada de este concurso televisivo llegaron dos finalistas que superaron las fases previas, en una semifinal donde la tercera participante que arribò a ese lugar de definición, perdiò sin saber que ahora tras la estafa comprobada de la dupla que compìtiò en el episodio final, deberìa ser declarada como la verdadera vencedora de este devaluado concurso para ver quien prepara sus delicias a la hora de los postres. Samanta Casais y Damián Pier Basile ocuparon el deseado terreno de la gran final televisiva, tal el dictamen de un devaluadìsimo jurado compuesto por discutibles referentes de la actividad gastronòmica.
En las semanas previas a la ùltima jornada de competencia catòdica, quedò expuesta que la participante que ganò en la grabaciòn del ciclo emitido casi un año màs tarde, habìa falseado sus datos a la hora de describir su pasado previo al reality. Samanta Casais tenìa experiencia profesional, habìa desarrollado esa experiencia gastronòmica en el Cafè San Juan, local donde su dueño certificò en las ùltimas semanas que Casais, con esa sospechosa sonrisa y sus làgrimas de telgopor, preparaba cada dìa esa especial clase de alimentos dulces para consumo comercial. Como si eso no hubiese bastado, tambièn en youtube y otras plataformas aparecieron los videos donde la chica de los pañuelos en esa frondosa melena brumel,aparecìa preparando postres en canales de cable y otros lugares de la faz mediàtica sin titubear jamàs a la hora de presentarse ante los conductores de esos ciclos.
Para mal de males, después de la obvia descalificación de Samanta Casais ocurrida en una grabaciòn realizada este ùltimo sàbado al mediodìa con los dos finalistas, la cual se emitiò ayer para cerrar la secuencia de capìtulos, cobrò estado pùblico una serie de registros en la tv por cable en Rosario en donde se puede ver al finalista Damián Pier Basile participando de una saga de programas de cocina,con una gastrònoma totalmente ignota. Segùn explicò Pier Basile al cobrar difusión la ùltima de esas apariciones en videos de Internet, justificò que la misma habìa sido grabada con posterioridad al reality que anoche finalizò, pero en la misma grabaciòn que ahora vio la luz, la cocinera cuyo programa de cable desatò todas las sospechas, termina agradecièndole“por las anteriores participaciones en el ciclo”, algo que obviamente destruye la coartada del concursante, otro trucho desesperado por triunfar en la jungla de la gastronomía focalizada en los platos dulces.
Es decir, no solo habìa una persona invalidada para concursar, sino dos, casualmente las que llegaron a la final que se vio anoche hacièndole creer a toda la audiencia que eran dos pasteleros amateurs. Durante estas ùltimas jornadas, Agustina Gus, la verdadera ganadora que fue eliminada en la etapa final de la competición, argumentò que la producción del programa en el momento que se descubriò la identidad profesional de Samanta Casais intentò justificarse sosteniendo que a decir verdad, la mayorìa eran cocineros profesionales en cierto sentido, declaraciòn que chocò con la confesiòn de la tercera finalista que en realidad solo se habìa desempeñado en el pasado como sommelier.
Entre los puntos flojos de la estructura de producción, sobresale a todas luces la absoluta falta de control de los pergaminos previos de los participantes, algo que la gente detectò a primera inspección cuando ingresò a youtube o redes sociales para descubrir que tanto la ganadora descalificada como el segundo en orden habìan incumplido con los requisitos de la producción a la hora de inscribirse. Enmascarado como un dulce cuento de cenicienta gastronòmica, al llegar a la medianoche, la mentira de la ganadora quedò al descubierto y agravando lo ocurrido, se mantuvo al segundo finalista, lo cual confirma que el resultado tambièn fue manipulado, abusando de la buena fè de los televidentes.
Anoche la exitosa dupla que conforman Viacom Telefè y la productora Turner expuso un muy desarticulado concurso que recordò las peores truchadas de la televisión abierta,un prolijo ciclo que con el paso de las semanas fue ganando en interès merced al desempeño de los participantes en cada desafìo, pero que faltando pocas horas para conocer al famoso pastelero amateur, volcò como las peores farsas que puede proponer la mìtica caja boba cuando las cosas se salen de control. Dejando un desabrido sabor agrio y amargo sobre lo ocurrido y las horas posteriores a la definición, “Bake Off:el mejor pastelero amateur”cerrò su segunda fase de presentaciones en la tv argentina con 16.4 de rating,convirtièndose asì en el programa que mayor audiencia alcanzò en lo que va del año.
A principios de milenio,cuando un ciclo en la franja prime-time lograba ese nùmero, los programadores del canal le daban apenas un par de semanas para repuntar las mediciones, antes de levantarlo. Hoy con el nùmero que anoche logrò esta farsa gastronòmica, està asegurada la tercera temporada del ciclo, algo que habrà que analizar cuando se grabarà la misma, tras los graves problemas sanitarios existentes en la actualidad, especial programa que de no mediar inconvenientes concitarà la atenciòn del pùblico màs allà del escàndalo que derivò en una decisión de escritorio a la hora de establecer al verdadero vencedor…aunque este tambièn haya violado todas las reglas requeridas en el reglamento de competición difundido por los organizadores.
