A diferencia de las excepcionales y sobresalientes presentaciones que suele realizar Sony Music Argentina habitualmente, la insòlita presencia de un ignoto moderador trastocò la excelencia difusional del sello, una presentaciòn muy confusa y erràtica que desperdiciò el noble objetivo de respaldar la polìtica nacional de trasplantes.
Por Gabriel Imparato
(Capital Federal – Miércoles 19 de Febrero de 2020) En los ùltimos diez años, ninguna persona relacionada con la industria discogràfica podrìa poner en duda la excelencia que han tenido las presentaciones de Sony Music Argentina,ya sea una escucha de un material pròximo a su ediciòn, como los habituales show-cases para promocionar los discos que se lanzan justamente ese mismo dìa del“mini-concierto”. Ni hablar del famoso y popular“Up Front”, una brillante y superlativa presentaciòn institucional que transcurrìa dos veces al año con un fantàstico y descomunal nivel de producción, eclipsando ni màs ni menos que a los Premios Gardel.
Hoy los premios a la mùsica son una ceremonia vacìa de sentido en la que hay màs dudas que certezas, con muchos aspectos desprestigiados y un galardón de dudosa calidad para quienes lo reciben, un anecdòtico trofeo a la mùsica que empieza a tener la misma atmósfera de algo impresentable en profunda descomposición sin soluciòn de continuidad. “El Sony Music UpFront”el año pasado acusò el impacto de la crisis y los graves problemas socio-econòmicos, cancelando su ediciòn de octubre, un evento que sin dudas marcò un antes y después en las presentaciones empresariales de alto nivel. Damián Amato se ha convertido en un magnìfico anfitrión con el correr de los años, mejorando su performance como host en distintas clases de situaciones institucionales, muy respaldado en algunas ocasiones por legendarios directivos de la mùsica como Sergio Ponfil, entre otros, convirtièndose en el presidente de una multinacional con màs prestigio y equilibrio para conducir no solo una compañìa en los habituales terminos ejecutivos, sino tambièn a la hora de poner la cara presentando sus lanzamientos con contundencia eficacia en todas sus apariciones pùblicas, algo que ratificò sin titubeos durante el lanzamiento del ùltimo àlbum pòstumo de Luis Alberto Spinetta a mediados de enero.
Después de la fantàstica reuniòn difusional para exhibir completo“Ya no mires atràs”, las siete canciones que componen el material inèdito del“Flaco” , Sony Music Argentina hizo una nueva convocatoria a los medios y demàs invitados habtiuales de la industria a fin de mostrar el nuevo single de Dante Spinetta, una canciòn titulada“Aves”, tema que anoche fue eje de una presentaciòn que rompiò con el tradicional nivel de calidad y prestigio que suelen traslucir habitualment las realizaciones de esta reconocida compañìa discogràfica en la ùltima dècada. Ayer sobre el escenario no estuvo ni su presidente,ni tampoco alguno de los labels que tan bièn saben desarrollar una presentaciòn,lo cual pareciò un subliminal augurio sobre que las cosas no marcharìan como lo deseado.
Los siguientes 90 minutos en el Teatro Sony, una magnìfica idea que desarrollaron en el sello cuando la compañía tuvo su “edificio inteligente”en la calle Cabrera, fueron una inocultable pesadilla. Resultarà en verdad muy importante descubrir realmente, quièn fue el trasnochado que tuvo la pèsima idea de colocar a un ignoto presentador a conducir un evento de una importancia tan pero tan fuerte como esta al estar involucrado el INCUCAI en el contexto institucional de una producción visual como la misma, destinada a respaldar el trasplante de còrneas dentro de la sociedad.
Horas màs tarde, finalmente apareciò el nombre del fatal y patètico“host”encargado de conducir esta presentaciòn. Desde el primer segundo que puso sus pies en el escenario, Federico Bareiro desmostrò que lo suyo no es la conducción. Ataviado con un vestuario arrugado y desprolijo, fue el macabro artífice de una de las peores presentaciones que se recuerden en la industria.
Dos sofàs negros y dos sillas sobre el escenario, con una gran pantalla detràs fueron la achatada escenografìa concebida para el evento y desde que este individuo tomò el micrófono, las miradas entre la audiencia se sucedieron a una velocidad sencillamente supersònica para tratar de entender como un videoclip de Dante Spinetta se encaminaba a velocidad crucero contra el gran iceberg de la estupidez humana merced a la vergonzosa conducta de alguien que tal vez pensò que estaba haciendo casting para algún famoso ciclo televisivo. Segundos después en el escenario se hicieron presentes intregrantes de la agencia Wunderman Thompson, personal de The Movement, como asì tambièn las nuevas y viejas autoridades del INCUCAI.
Finalmente subiò al proscenio el 50 por ciento de los IKV con un look apijamado blanco mientras los asistentes ante tanto descontrol sobre escena iban agregando sillas, un lugar que con el paso de los minutos se convirtió màs en una abùlica reuniòn de consorcio, en la cual el moderador pidio muchos aplausos para todos y solo le faltò reclamar un“aplauso para el aplauso”. La simpleza y síntesis que requerìa algo como esto faltò a la cita, una velada en la que todos hablaron de sus respectivas tareas, como si hubiesen descubierto la vacuna contra el càncer. Nadie quiso perderse la oportunidad de hablar y hacer autobombo ante el numeroso auditorio, una mùltiple disertación parecida a los agradecimientos de un elenco en la entrega de los Martín Fierro, absurda, desprolija y fatalmente conducida por un alfeñique que se creyò la gran estrella de la noche.
Si el arranque habìa sido un brutal martillazo al sentido còmun, lo que siguió fue casi el golpe de gracia. Primero se señalò que video solo se verìa en el sitio web *por tus ojos*, fatal decisión que supuestamente ignorarìa a las cadenas de videos musicales, màs tarde se dijo lo contrario, mientras un tal“Tokyto”mostraba unos“defectos especiales”que este mequetrefe habìa diseñado para colorear el video o agregas efectos plumìferos a ciertas tomas de la filmaciòn.
El supuesto artilugio de originalidad, sostenido en que la imagen del clip se verìa borroneada mientras no se enfocara con el celular a otra persona, perdiò la gracia cuando el moderador lo comenzò a probar con todos los invitados y durante un prolongado tiempo solo le faltò enfocarlo en los mozos del evento, quienes observaban a este personaje en pleno estado de shock, en comparaciones con anteriores presentaciones de esta prestigiosa discogràfica. En medio de esta confusa realización, finalmente hizo su aparición el video del tema, un clip que lejos de aportar originalidad, dejò traslucir una serie de puntos de contacto con el ùltimo spot institucional de una conocida gaseosa cola, un rejunte de imàgenes donde Dante aparece como acotada plasticola, mientras aparecen en escena personajes extractados del bar galàctico de“Star Wars”,y ciertos millenials con miradas extraviadas, en lo que parecìa un balneario de la Bristol atacado por varios indios albinos, mientras el cantante vuela como biplano de fumigación invertido en su lugar de recorrido
Finalmente pudo saberse-nò por parte de los disertantes-que el fallido videoclip tambièn serà emitido en las cadenas musicales. Dante Spinetta, que en la presentaciòn solo dijo monosìlabos como“tremendo”o“mortal”, debiò padecer al finalizar el evento, el pedido de no menos de cincuenta“selfies”de quienes estaban sobre el escenario, para luego moverse hasta una oficina subterrànea en la que debio tolerar las consultas de muy desinformados movileros televisivos, quienes estaban en ese anochecer màs interesados en conocer si el calificado mùsico habìa iniciado un romance con la mediàtica seudobailarina Flor Vigna, mientras dentro del teatro se hacìa saber a los periodistas que el mùsico no formularìa declaraciones de temas profesionales.
La actitud de evitar a los medios especializados y ceñir el tiempo del mùsico a la farándula televisiva, terminò de carbonizar una absurda presentaciòn descuartizada por un conductor sin neuronas o reflejos, que se creyò tal vez mas importante que el mismìsimo cantautor argentino. Rompiendo con la prolijidad y ecelencia que caracterizaba las habituales presentaciones de Sony Music Argentina, lo ocurrido anoche fue la dantesca luz amarilla de una mala direcciòn operativa, detalle que se comprobò cuando algunos periodistas citados a este evento se marcharon indignados por esta postura, al saberse que el artista solo responderìa preguntas de movileros que desconocen por completo el contexto musical.
Esta fallida presentaciòn de un clip, algo que reiterò erràticas conductas difusionales con un reciente video del dueto Miranda, abren una insòlita incógnita sobre si los verdaderos mùsicos hablaran con el periodismo o si solo se tratara de un simulacro para que la tv termine de despedazar a las figuras que generaron un prestigio en el sello editor. De haber estado presente anoche, sin dudas el presidente de esta calificada multinacional, hubiese bajado abruptamente la palanca para que el evento a los pocos segundos desapareciera de la faz de la Tierra, algo totalmente comprensible.
